El grupo The Fortynagers, compuesto por un grupo de padres de colegio que decidieron convertir sus guitarras, voces y energía en un proyecto de música al servicio de los demás, presenta su nueva etapa de actividad solidaria, creativa y comunitaria. El nombre —“Fortynagers”— hace alusión a la generación de cuarentañeros que no han perdido la ilusión de subirse al escenario, y que han optado por hacerlo por una causa.
Lo que empezó como una idea espontánea —un grupo de padres del colegio que quisieron “devolver lo que hacen los niños” y ofrecer un concierto solidario ellos mismos— se ha convertido en una asociación sin ánimo de lucro.
Con la misión de fomentar la expresión a través de la música, promover la solidaridad intergeneracional y actuar como modelo para sus hijos y para la comunidad, The Fortynagers unen creatividad, amistad y compromiso. Tal como señalan en su web: «Somos una Asociación sin Ánimo de Lucro. Música en directo para ayudar a los más desfavorecidos desde 2019».
La primera ONG que confió en The Fortynagers fue Alas de Esperanza (ADE), una organización que trabaja en comunidades rurales de Uganda.
A través de un concierto solidario, la banda consiguió recaudar fondos que llevaron agua potable a varios pueblos de la región.
Aquel proyecto fue el punto de inflexión: ver cómo una idea nacida entre amigos y guitarras podía traducirse en vida, salud y esperanza para cientos de personas, marcó profundamente a todos los miembros del grupo.
“Fue el momento en que entendimos que lo nuestro no era solo tocar —recuerdan—, sino usar la música para conectar con la realidad real del mundo, con sus necesidades más básicas. Desde entonces, cada concierto tiene un propósito.” Coinciden al unísono.
Esa primera experiencia solidaria fue el impulso para seguir. La mezcla entre una banda de rock y una causa humanitaria dio origen a una conciencia colectiva que hoy define la esencia de The Fortynagers
La banda ha colaborado con distintas ONG e iniciativas, especialmente aquellas enfocadas en infancia, cooperación internacional y vulnerabilidad social.
Desde sus comienzos han acompañado a diversas iniciativas voluntarias solidarias. Su último concierto en Colaboración con Pajes Mágicos el pasado 25 de octubre, organizado por la ONG para que “cientos de niños en situación de vulnerabilidad reciban el regalo que han pedido en su carta a los Reyes Magos”, ha sido todo un éxito, ¡superando las expectativas completando tanto el aforo como la fila cero!
Se suma a esta lista, otras grandes ONGs como:
Udana Nepal – educación de niñas en situación de pobreza.
Estudiar en Chad (Fundación El Compromiso, Chad) – niños huérfanos por SIDA.
Fundación Vicente Ferrer en India.
La Costa de la Sonrisa (Gambia) – acceso al agua y plantación de semillas.
Alas de Esperanza (Uganda) – población en riesgo de exclusión.
Así, cada acorde, cada entrada y cada aplauso se transforma en un gesto de esperanza.
Creatividad, escuela y comunidad
A diferencia de muchas bandas, The Fortynagers se nutren de su vínculo con la escuela (el colegio de sus hijos) y con la comunidad local (Boadilla del Monte) y las zonas de Madrid aledañas. Mediante ensayos, colaboración intergeneracional y un espíritu de “padres que quieren dar ejemplo”, la banda se convierte no solo en espectáculo, sino en proceso educativo-comunitario-solidario.
La música se convierte en vehículo para mostrar valores: la cooperación, la voluntad de ayudar, la responsabilidad social, y también la alegría de la creatividad compartida.
Por logística y coherencia con su modelo solidario, el área principal de actuación de The Fortynagers es Madrid y alrededores.
“Somos once sobre el escenario, y los traslados largos consumirían los aportes que queremos destinar a las causas”, explican los integrantes.
Sin embargo, el grupo busca inspirar a que el modelo se replique en otros colegios, comunidades, ciudades, pueblos de España, porque —como ellos mismos dicen— “en todos lados hay músicos que darían mucho por tener un grupo donde tocar y la solidaridad es contagiosa… es solo cuestión de tener ganas”.
The Fortynagers invitan a la prensa, la comunidad educativa y el público general a sumarse a sus próximas actuaciones y a conocer más su trabajo.
Para colaboraciones, voluntariado, patrocinios, prensa o nuevas alianzas con ONG con sede o actuación en Madrid, la banda expresa su clara intención de “abrir la puerta” a entidades que quieran incluir este tipo de actividades musicales solidarias en su programación. El objetivo es crear sinergias entre ONG, música y comunidad local de Madrid, llevando conciertos-beneficio, talleres creativos y actividades paralelas.
Para más información y contacto, se puede visitar su web oficial thefortynagers.org y seguirlos en redes sociales a través de @thefortynagers, donde comparten actualizaciones sobre ensayos, novedades y oportunidades de colaboración.
En un mundo donde la rutina a menudo adormece, The Fortynagers demuestran que es posible combinar la paternidad, la música y la solidaridad para generar un impacto real. Aunque su logotipo juegue con la etiqueta de “padres rockeros”, su compromiso va mucho más allá del escenario: cada nota que interpretan es un puente hacia quienes más lo necesitan, y cada ensayo se convierte en una lección en valores para las futuras generaciones.
El grupo invita al público no solo a disfrutar de su música, sino a formar parte de un movimiento que demuestra que la empatía también puede sonar fuerte.
Se les espera sobre el escenario… y, sobre todo, en la causa.
