En Inglaterra, el gobierno también ha tenido en cuenta al sector y ha aprobado la cantidad de 1,57 billones de libras para las artes en general, fondo del cual, ya se han beneficiado más de 1350 establecimientos en todo el territorio. A pesar de esta buena noticia para muchos propietarios de locales y promotores, el Departamento británico para el Deporte, las Artes y la Cultura, se resiste a aprobar una especie de seguro capaz de cubrir gastos específicos derivados de la suspensión de eventos.

La preocupación directa, es el festival en sí en la mayoría de los casos, pero más allá del gran nombre del evento, está la oportunidad a nuevas bandas de poder seguir su ciclo de promoción y así posibilitar el crecimiento de su audiencia. Si no hay festivales, no hay oportunidad para grupos musicales emergentes de mostrarse en un gran escaparate. Las consecuencias son evidentes, si las nuevas bandas no pueden trabajar, el relevo generacional en la industria también se ralentiza.
Inglaterra, Alemania, Francia, Suecia, Italia, Portugal y España, son países con una sólida reputación en el arraigo de música en directo tanto en festivales de carácter privado como público. Su posición de liderazgo, al igual que su aportación al aparato productivo en el continente, son una materia de incuestionable discusión, la cual pareciera adquirir cierta relevancia, justo cuando se apagan los altavoces y sus focos.

Ciertamente, es una cuestión de mayor preocupación para pequeños locales, bandas independientes, y personal que trabaja semana a semana, que, en un evento puntual a lo largo del año capaz de hacer mucho ruido en unos días, y volverse a recordar al año siguiente. En esta ecuación, muchos suman y todo parece estar restando.
La música en directo es la liberación catártica que mucha gente espera con anhelo para aliviar las heridas dejadas por esta pandemia. Este bien aparentemente intangible, es más necesario de lo que se cree. Esperemos y la música se imponga pronto sobre el virus, y sea también una dosis más, de la tan esperada vacuna.